La función para pre-guardar una canción o un álbum que aún no ha salido, no pertenece propiamente a Spotify. Esta es una herramienta que otras apps, como las pertenecientes a los sellos musicales, pueden activar solicitando ciertos permisos a Spotify.
Además, como los usuarios no suelen leer las condiciones y permisos solicitados dentro de una app, muchos de ellos aceptan otorgar toda clase de datos sin siquiera saberlo.
Por ejemplo, a través de su propia app, el sello musical Sony solicitaba accesos a correos, a ver las personas y listas de reproducción seguidas por un usuario, e incluso, a crear, editar o seguir listas de reproducción, etc.
Es decir, que, de seleccionar la opción para pre-guardar el álbum de un artista de Sony a través de su app, el usuario concede acceso a toda clase de información y controles dentro de su propia cuenta de Spotify, permitiendo, incluso, que Sony sea capaz de eliminar canciones de sus listas de reproducción o agregar a artistas de su sello musical para mejorar los números de reproducción.
En este sentido, podría decirse que Spotify no ha estado realmente involucrado en la acción propia de tomar los datos. Sin embargo, la app de streaming ha permitido que se exijan estas condiciones para utilizar su servicio y ha hecho vista gorda al respecto, dado que gran parte de estos sellos son los que alimentan su librería musical.
Este escándalo de filtración de datos podría afectar significativamente la imagen de la empresa de cara a los usuarios. Aunque Spotify se sigue consagrando como la plataforma líder en streaming musical, los problemas de privacidad que generan esta clase de escándalos podrían ser un factor definitivo para algunos usuarios.
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